El templo de Amon-Ra, situado en la orilla oriental de la antigua Tebas –el actual Luxor– es seguramente el templo más visitado de Egipto. Construido alrededor del 1400 a.C, está conectado al masivo templo de Karnak por una avenida de esfinges de tres kilómetros de longitud.
Personajes como Amenhotep III, Ramsés II, Tutankhamon o el mismísimo Alejandro Magno contribuyeron a su construcción a lo largo de los siglos.